Usuario francés celebra eficiencia del servicio de casillas físicas

El reloj marcada 05:55 h de hoy jueves 13 de noviembre. Un tanto apurado ingresa al edificio Patri un señor con vestimenta casual. Se dirige directamente a la zona de las casillas.

El protagonista de la historia es Renauld Jean Luc Olgiati, de nacionalidad francesa. Es usuario de las casillas postales del Correo Paraguayo desde el año 1998.

“Estoy muy contento con el servicio de las casillas. Utilizo desde el año 1998. La prestación es excelente. En todo tiempo me están llegando los envíos desde Europa. Los funcionarios del Correo son muy amables y atentos. Me da tranquilidad saber que mi correo está siempre seguro y disponible. Puedo recogerlo cuando quiera, sin depender de los horarios”, expresa Renauld Jean.

En una época en la que la comunicación digital domina la mayoría de los intercambios, algunos servicios tradicionales siguen demostrando su valor. Es el caso de las casillas de correo físicas, un sistema que, pese a su aparente antigüedad, continúa ganando adeptos por su fiabilidad y seguridad.

Mientras los servicios digitales continúan expandiéndose, historias como la de Renauld Jean recuerdan que, para muchos, la confianza y la satisfacción siguen teniendo un sello muy tangible: el de su propia casilla de correo.

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